Nací en Otoño, cuando las hojas secas y amarillas cubrían la ciudad de Madrid, mi preciosa Madrid…
Aunque siempre me he sentido un poco ”Meiga” porque ya sabemos eso de que haberlas haylas… Aquí estoy yo en medio de la preciosa capital teniendo morriña de los bicos de mi abuela.
Soy consciente de que no se puede vivir en dos sitios a la vez al igual que no se puede tener veinte profesiones o tener doscientas personalidades distintas, por eso, desde muy pequeñita, quise ser actriz.
Para poder encarnar distintos personajes, meterme en la piel de salvadores, de verdugos, de víctimas… pero sobre todo, para poner voz y alma a todas esas personas que tienen rasgada la garganta de tanto gritar, o que les duele la cara de reir a carcajadas o quizá les tiembla el corazón de amar tan fuerte que les hace daño…